La piel atópica es un problema dermatológico que suele tener brotes en determinadas épocas del año, como en los cambios de estación, o cuando se pasa por un período de tensión. Se caracteriza sobre todo por tener una sensibilidad extrema a ciertos elementos, como jabones o productos químicos, que provocan un intenso picor en la piel.
La piel atópica en niños es bastante habitual, y sus síntomas se acentúan sobre todo cuando llega el frío, cuando muchos padres buscan el modo de calmar el picor para aliviarles en la medida de lo posible. Aproximadamente la mitad de los casos de dermatitis atópica en niños mejoran alrededor de los 6-7 años, o incluso desaparecen hacia la pubertad. Es por eso, que su frecuencia en adultos (2-3%) es menor que en niños (20-30%).
¿Cómo saber si tienes un caso de piel atópica en bebés? Lo primero que te interesa conocer es que existen varios tipos de sensibilidad, y que dependiendo de esto, los brotes pueden variar tanto en intensidad como en frecuencia.
¿Hay tipos de pieles sensibles?
La piel atópica en niños puede ser más o menos molesta dependiendo del tipo de sensibilidad que se tenga. Los principales tipos de piel sensible son:
- Piel sensible natural: Con una tonalidad bastante clara, es una piel fina que muchas veces es seca, con tendencia a descamarse y que se pone roja con bastante facilidad.
- Piel sensible reactiva: La causa más frecuente de piel atópica en niños, que sufren brotes ante cambios de temperatura (frío o calor) o determinados productos que producen picor en la piel, como champús que causan picor en la cabeza.
- Piel sensible ocasional: Causada por dermatitis, acné u otras afecciones en la piel.
- Piel sensible al entorno: La sensibilidad es tan grande que un pequeño factor ambiental provoca reacciones inmediatas y acentuadas en la piel. Los brotes de piel atópica en estos casos son muy intensos y se producen al menor cambio de temperatura o frente a alguna agresión ambiental.
- Piel sensible “cosmética”: Los problemas aparecen cuando se aplican determinados cosméticos.
¿Se puede prevenir?
Es importante destacar también que la piel atópica en niños tiene un componente genético, por lo que prevenirla no suele ser posible. Lo que sí puede hacerse es aplicar alguna crema para dermatitis, que alivie los síntomas y se puedan mantener los brotes bajo control.
En cualquier caso, si notas que el niño tiene la piel roja o se rasca mucho, lo mejor es hacer una prueba para determinar si tiene la piel reactiva. También es importante prestar atención a si los brotes surgen cuando se le viste con cierto tejido o cuando se le aplica algún producto.
También es muy importante procurar que no se rasque la piel, porque lo único que conseguirá es agravar la situación. Utilizar una crema con propiedades calmantes puede ayudar al niño a no irritar más la piel mientras se rasque.
El proceso de reacción de un brote de piel atópica en bebés y niños se divide en dos pasos:
- Brote de piel atópica. La piel empieza a picar de forma intensa, llegando en algunos casos a producir una sensación de escozor, dolor o ardor. Aparece una erupción en la que la piel tiene un aspecto escamoso, rojizo y con tendencia a supurar o sangrar, en especial cuando se rasca, aunque no necesariamente debido a ello. El brote puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque lo más habitual es que sea en la cabeza (incluyendo la cara), el cuello o las zonas en las que se doblan las articulaciones (parte inferior de las rodillas y los codos o entre los dedos).
- Consecuencias del brote. Las consecuencias de un brote de piel atópica en niños dependen en buena medida de cómo se haya actuado cuando surja. Si se ha rascado bastante, es habitual que aparezcan costras en la piel debido al sangrado. También es posible que aparezca aún sin rascarse si el brote es muy intenso. También pueden surgir problemas para dormir debido al picor o picos de fiebre, en cuyo caso sería necesario consultar con un médico para ver si necesita un tratamiento.
Para el cuidado integral de la piel del niño, en Denenes te ofrecemos nuestra gama Atopic, con productos formulados para tratar la piel atópica.