El contacto piel con piel entre la madre y el recién nacido, también conocido como método canguro, es una práctica que ha demostrado tener numerosos beneficios tanto para el bebé como para la madre. Esta cercanía inmediata después del nacimiento promueve una transición suave para el bebé desde el útero al mundo exterior y establece las bases para una relación cercana y amorosa entre madre e hijo, así que es uno de los mejores consejos para madres primerizas. En este artículo te contamos algunos de los beneficios clave de hacer piel con piel con tu bebé. ¡Vamos allá!

Regula la temperatura corporal

El contacto piel con piel con el bebé ayuda a regular la temperatura corporal del recién nacido. La piel de la madre actúa como un ambiente cálido y acogedor para el recién nacido, ayudándolo a mantener una temperatura corporal estable. Este contacto íntimo también puede ayudar al bebé a conservar calor y prevenir la hipotermia, especialmente en las primeras horas después del nacimiento.

Estabiliza la respiración y los latidos del bebé

El contacto piel con piel entre bebé y mamá puede ayudar a estabilizar la respiración y los latidos del corazón del bebé. La proximidad constante con la madre da al bebé una sensación de seguridad y tranquilidad, lo que puede contribuir a una respiración más regular y a una frecuencia cardíaca más estable.

Se crea un vínculo emocional con la madre

El método canguro  fomenta el desarrollo de un vínculo emocional profundo entre la madre y el bebé. La sensación de calor y seguridad que experimenta el bebé al estar cerca de su madre estimula la liberación de hormonas como la oxitocina, conocida como la hormona del amor, tanto en la madre como en el bebé. Esto fortalece el lazo afectivo entre ambos y sienta las bases para una relación sólida y amorosa a largo plazo. Por supuesto, el padre también puede hacer piel con piel con el bebé y crear este vínculo emocional tan fuerte.

Te recomendamos ponerle tu bebé la Colonia Denenes Baby durante el contacto piel con piel, que ayudará a aumentar la frescura y a crear un ambiente más acogedor, además de reforzar las defensas de su piel.

Reduce el llanto

Hacer piel con piel con el bebé ha demostrado reducir el llanto y la incomodidad en los recién nacidos. La presencia reconfortante de la madre proporciona al bebé una sensación de seguridad y consuelo, lo que puede ayudar a calmarlo y disminuir la frecuencia y la intensidad del llanto.

Favorece la lactancia moderna

El contacto piel con piel entre bebé y mamá después del nacimiento favorece el inicio temprano de la lactancia materna. La proximidad con la madre estimula los instintos naturales de búsqueda y succión del bebé, lo que facilita el agarre al pecho y promueve una lactancia materna exitosa. Además, el contacto piel con piel ayuda a regular la producción de leche materna y fortalece el lazo entre madre e hijo, lo que puede contribuir a una lactancia materna prolongada y exitosa. Y en el caso de derrames, recuerda usar el Gel Champú Denenes Baby.

El bebé se siente seguro

,El contacto piel con piel con el bebé proporciona al bebé una sensación de seguridad y protección. La presencia y el calor de la madre crean un ambiente familiar y reconfortante que tranquiliza al bebé y le ayuda a adaptarse a su nuevo entorno fuera del útero. Esta sensación de seguridad promueve el bienestar emocional del bebé y contribuye a su desarrollo saludable. Y para reforzar la piel del bebé, puedes usar la Loción Hidratante Denenes Baby.

En conclusión, hacer piel con piel con el bebé ofrece una serie de beneficios que promueven el bienestar físico y emocional de ambos. Por ello, piensa en hacer contacto piel con piel con tu bebé tan pronto como sea posible después del nacimiento para aprovechar al máximo estos beneficios.

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