El invierno puede ser una época mágica por las Navidades o las escapadas a paisajes de cuento, pero también supone retos para la delicada piel de los más pequeños dadas las bajas temperaturas y el frío.
En invierno, el aire seco de la calefacción y los cambios bruscos de ambiente pueden contribuir a la sequedad de la piel de los bebés, especialmente en recién nacidos. Cuidar su piel en esta temporada es esencial para su comodidad y su salud.
¿Qué es la piel seca en bebés?
La piel seca es una condición común tanto en adultos como en los bebés que se caracteriza por una falta de hidratación en la capa externa de la epidermis. Pero centrándonos en los más pequeños de la casa, estas deficiencias pueden hacer que la piel luzca áspera, descamada e incluso irritada.
En los bebés y recién nacidos, esta sequedad puede ser más pronunciada debido a que su barrera cutánea aún está en desarrollo, haciéndola más susceptible a factores externos como el frío.
Si notas que tu bebé presenta enrojecimiento, descamación o sensibilidad en la piel, puede tratarse de un caso de piel seca. Para prevenir la resequedad en la piel de tu bebé es primordial que te informes sobre piel atópica en niños para identificar si es un problema, o simplemente observas que lo que le sucede a tu pequeño/a no es normal, acude a tu médico para que pueda diagnosticarlo correctamente.
¿Cómo afecta el frío a la piel de un bebé?
El invierno puede ser especialmente duro para la piel de los bebés pues el frío y las bajas temperaturas reducen la humedad en el aire, y sumándole el uso de calefacción en interiores también contribuye a este ambiente seco. Estos contrastes entre el frío de los espacios exteriores y al cambio cálido de los interiores pueden provocar que la piel se deshidrate y debilite la barrera protectora natural.
Además, el contacto frecuente con ropa gruesa o lana puede irritar aún más la piel sensible de los pequeños. Por eso, es fundamental tomar medidas para protegerla y mantenerla bien hidratada durante esta estación con productos aptos para bebés y que mantengan cuidada su piel.
Cómo evitar la sequedad de la piel en bebés
Evitar la sequedad en la piel de los bebés requiere un enfoque integral que incluya cuidados diarios que velen por su bienestar:
- Hidratación constante: utiliza productos especialmente formulados para la piel sensible de los bebés. La Atopic Loción Hidratante de Denenes es ideal para proporcionar una hidratación profunda y proteger la barrera cutánea.
- Evita ambientes demasiado secos: usa un humidificador en casa para mantener un nivel de humedad adecuado.
- Protección en exteriores: antes de salir de casa, aplica una crema protectora en las áreas expuestas como cara y manos.
¿Qué tener en cuenta a la hora del baño?
El “momento baño” de tu bebé es perfecto para, además de estrechar lazos con tu pequeño, encontrar la relajación para tu bebé, pero si no se realiza correctamente, también puede contribuir a la sequedad de la piel.
- Temperatura adecuada: usa agua tibia en lugar de caliente, ya que el agua caliente puede eliminar los aceites naturales de la piel.
- Productos suaves: opta por productos sin jabones agresivos, como el Gel-Champú Baby de Denenes, que limpia delicadamente mientras respeta la barrera cutánea.
- Tiempo limitado: mantén los baños cortos, de no más de 10 minutos.
Cómo reconocer la piel seca en un bebé
Detectar la piel seca en tu bebé a tiempo es clave para evitar complicaciones. Presta atención a signos como:
- Aspereza en áreas como mejillas, brazos o piernas.
- Descamación visible, especialmente en climas fríos.
- Enrojecimiento e irritación tras el contacto con ciertos tejidos o ambientes secos.
Si la piel muestra sensibilidad extrema o presenta grietas, es recomendable consultar con un pediatra para descartar otras afecciones como la dermatitis atópica. Para más detalles, visita nuestro artículo sobre piel atópica en bebés.